Debido a los precios del mercado y a la gran demanda existente en la actualidad, cada vez son más los agricultores que se deciden por la almendra como producto a cultivar en sus tierras. Sin embargo, si echamos la vista unos años atrás, nadie pensaría que esto ocurriría. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Qué ha pasado para que en España la demanda supere a la oferta existente? Comentemos estas entre otras cuestiones en el siguiente artículo.
Actualmente llama la atención el caso de éxito del almendro, no solo en nuestro país sino también en el comercio exterior. De hecho, tal y como destacan desde el Consejo Internacional de Frutos Secos (INC), con sede en Reus (Tarragona), el área plantada con almendros ha aumentado significativamente durante la última década en los principales países productores; Estados Unidos, Australia y España, que concentran más del 90% de la producción mundial de almendra.
En la actualidad, en nuestro país, el 86% de la superficie plantada con almendros es de secano y un 14% de regadío; con productividades medias de 150 a 200 kilos en grano en secano y 2.000 kilos en regadío. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la superficie total plantada se incrementó durante la última década; de 586.000 ha a 677.328 ha entre 2008 y 2018 respectivamente. Cabe destacar que este incremento se debió principalmente a una expansión significativa en el área de regadío, que aumentó de 38.000 ha a 113.679 ha en el mencionado período mientras que el área en secano se incrementó sólo en un 3%.
Como señala la encuesta sobre superficies y rendimientos de cultivos, en España aún se dispone de más del 80% de terreno de almendros en secano. Sin embargo, el sector trata de ir hacia las plantaciones de regadío e intensivo, buscando una rentabilidad máxima para su producto. En este sentido, los expertos auguran que Andalucía, y el Valle del Guadalquivir concretamente, se convertirá en la zona de mayor producción por su disponibilidad de suelo, agua y donde climáticamente el ciclo de cultivo es mucho más amplio. Esta zona, junto al Valle del Guadiana y el sur de Portugal, son las regiones con más potencial en el futuro de la producción del almendro en la península ibérica.
¿Qué hay detrás de este aumento del almendro en España?
Son varios los factores que han hecho que la demanda del producto haya crecido en nuestro país. Desde el punto de vista del consumo, España se encuentra entre los principales países consumidores. Según datos del INC, en 2008 el consumo doméstico estimado se encontraba alrededor de 42.000 toneladas métricas (en grano), mientras que actualmente se estima que ronda las 80.000 t. En el resto del mundo, este incremento se ha llevado a cabo de forma paralela; aunque para la almendra española, el principal mercado continúa siendo Europa.
Entre los principales factores asociados al aumento del consumo se encuentra la mayor concienciación por parte de los consumidores de los beneficios para la salud de la inclusión de frutos secos como parte de una dieta equilibrada, como la dieta Mediterránea. Y es que las almendras poseen un alto contenido en fibra, vitamina E y diversos minerales (calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc, cobre y manganeso). Además, dado su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados, el consumo de almendras como parte de una dieta saludable puede ayudar a mantener niveles saludables de lípidos en la sangre (colesterol ‘bueno’ HDL, colesterol LDL ‘malo’ y triglicéridos) y reducir el riesgo de enfermedad cardíaca.
A todas las ventajas anteriores, además hay que añadir la aparición de nuevos nichos de mercado como los consumidores flexiveganos, vegetarianos o veganos, el posicionamiento de las almendras (y otros frutos secos crudos) como alternativa a los ‘snacks’ tradicionales o el crecimiento sostenido durante los últimos años del mercado de la bebida de almendra y otros productos basados en almendra como ingrediente. Todo ello hace que la demanda continúe hoy día por encima de la oferta.
Factores de riesgo para el almendro
No todo es perfecto para los productores de almendra. Amenazas tales como la Xylella Fastidiosa (que a su vez amenaza al olivo), la avispilla o la Mancha Bacteriana avisan con arrasar parte de la producción de almendra en nuestro país. Por otro lado, la estructura productiva de la almendra española es predominantemente familiar, constituida por explotaciones de pequeña superficie, mientras que la comercialización en cambio, tal como recoge un estudio llevado a cabo por la Junta de Andalucía, es un sector bastante atomizado entre organizaciones de productores, descascaradoras, industria de primera y segunda transformación y corredores (brokers). Echándose en falta en nuestro país (tal y como existe en California) una ‘Almond Board’ o plataforma de integración de agricultores e industriales.
El peligro de todo esto es que, aunque nuestra almendra goza de una mayor calidad, si el industrial español (quien comercializa la almendra) prioriza la almendra californiana frente a la española y deja en segundo plano a nuestra almendra, vamos encontrarnos con problemas, especialmente los agricultores de secano.
Herramientas y ayudas para los productores de almendras
La respuesta a toda esta demanda comentada anteriormente se ha dado gracias a toda una serie de herramientas que han ayudado a los productores a implantar explotaciones rentables. Entre ellas cabe destacar, sin duda, el desarrollo de nuevas variedades autofértiles, que eliminan los problemas relacionados con la polinización, y de floración tardía, que disminuyen los riesgos de daño por heladas tardías. De esta manera, se facilita el diseño de las plantaciones y su manejo agronómico contribuyendo a una mayor productividad.
Aunque actualmente proliferan nuevas variedades, las tradicionalmente implantadas y más difundidas en España son la ‘Marcona’ y ‘Largueta’ que, aunque precoces y no autofértiles, son muy apreciadas por su alta calidad organoléptica, alto contenido de aceite y sabor intenso. Tratándose de variedades típicamente mediterráneas, muy apreciadas por los consumidores y que consecuentemente, se siguen comercializando en grandes volúmenes. Gracias a los avances en investigación, si estos volúmenes de ventas van acompañados de nuevas variedades y nuevos avances como el riego, la mecanización y la tecnología para una buena toma de decisiones; el productor verá incrementada en gran medida su producción y rentabilidad de sus fincas. Nuevas herramientas como los portainjertos (que permiten acelerar la entrada en producción), los nuevos diseños de plantación (tendíendose a las altas densidades) y un buen manejo agronómico (control fitosanitario, fertilización, poda, etc.) gracias a aplicaciones de gestión y toma de decisiones como oliCloud llevan a la agricultura y a sus trabajadores hacia la profesionalización total.
Estaría interesado en comunicarme con ustedes,para el servicio de recolección de almendros puesto que dispongo de seis máquinas recolectores
Hola David! Nosotros no recolectamos almendros, oliCloud es un software de gestión agrícola. Si necesitas controlar los gastos e ingresos de tu maquinaria, llevar el control de los trabajos que vas haciendo, etc; estamos por aquí. Un saludo